viernes, 27 de noviembre de 2009

Viejos los cerros, y reverdecen


Aunque el partido parecía intrascendente debido a que ninguna de las dos selecciones tenía posibilidades de calificar a octavos de final, el estadio de San Francisco presenció cómo Rusia y Camerún rompieron sendos registros históricos que, desde entonces, siguen vigentes. Oleg Salenko anotó cinco de los seis goles que su selección le endosó a Camerún aquel 28 de junio de 1994. El solitario gol de Camerún lo hizo Roger Milla.
En la década de 1980, el mundo se dio cuenta de que el paupérrimo y castigado continente africano no sólo tenía buenos futbolistas (las ligas francesa y portuguesa, destino de miles de futbolistas de sus antiguas colonias, ya lo sabían), sino equipos física y técnicamente bien dotados. En España 82, por ejemplo, la selección de Camerún sorprendió con un futbol alegre, vertiginoso, con jugadores curtidos en ligas europeas, pero los malos arbitrajes la sacaron del torneo sin haber perdido un solo partido. La estrella del equipo era Roger Milla, delantero del SC Bastia francés.
Estelar absoluto en su país poco tiempo después de su debut, Milla emprendió una destacada carrera en la liga francesa en la que ganó 2 Copas y una Liga de segunda división. En 1989, ya con 37 años, volvió a Camerún, y su talento le hizo ser tomado en cuenta para el Mundial de Italia 1990.
Camerún venció a la Argentina de Maradona en el partido inaugural del torneo, gracias a un cabezazo descomunal de Biyik, y luego Milla anotó dos goles contra Rumania, con lo que, a pesar de la goleada sufrida ante la Unión Soviética, los africanos se clasificaron en primer lugar de su grupo, algo nunca antes realizado por una selección africana.
En la prórroga de los octavos de final, Milla le anotó dos goles a Colombia, uno de ellos luego de quitarle la pelota al portero René Higuita, y los cameruneses, ya conocidos como “Leones Indomables”, avanzaron a la siguiente ronda, en la que la poderosa Inglaterra tuvo que recurrir a la suerte en la prórroga para echar a Camerún del torneo.
La carrera de Milla no se terminó con esa derrota. En el Tonnere de Yaoundé siguió metiendo tantos goles que Henri Michel, el entrenador francés de Camerún, desafió a la opinión pública al convocarlo a la selección para el Mundial de 1994. A sus 42 años, se decía, no estaba para el futbol de primer nivel. La actuación de Camerún en el Mundial fue mala. Tras un emocionante empate a dos contra Suecia, el equipo africano fue barrido por el Brasil de Romario. En el último partido del torneo, el ruso Salenko ya había anotado tres goles antes del descanso, pero en el minuto 47 Milla desbordó por velocidad a la defensa rusa y, ante la salida del portero, tocó el balón suavemente para hacer historia: un goleador mundialista de 42 años.
Dejó el futbol en 1996 jugando en la liga de Indonesia. Desde entonces ha ocupado cargos políticos, y ha reconocido su deseo de ser presidente de Camerún. A sus 57 años, Milla sabe que su mejor momento aún está por llegar.


El goleador más viejo de las copas del mundo
http://www.youtube.com/watch?v=94gD1TbNStU

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