sábado, 28 de noviembre de 2009

Emilio Fernando Alonso y la cultura nacional

Antes de Wikipedia, millones de mexicanos nos enteramos de que el nombre Albania proviene del latín “albus” (blanco), y que alude a la nieve que corona las altas montañas de este pequeño país de la península balcánica; también supimos el significado del águila bicéfala que ocupa el centro de su bandera, y se nos reveló que los actuales albaneses descienden de los antiguos ilirios, pueblo guerrero del oriente de Europa. Esta lección de historia y geografía, como tantas otras, no nos llegó de la televisión cultural ni de un sofisticado concurso de conocimientos, sino de un vulgar partido amistoso entre las selecciones nacionales de futbol de México y Albania, a principios de la década, narrado por Emilio Fernando Alonso.
Un día después de narrar el partido de ida de la final del futbol mexicano (Tecos vs América), en mayo de 2005, Emilio Fernando Alonso sufrió un derrame cerebral que estuvo a punto de matarlo. Hasta antes de ese fatídico día, los aficionados al futbol mexicano disfrutamos de su poderosa voz, de su dicción impecable, de su enorme conocimiento del futbol nacional e internacional y de su vocación de difusor de la cultura.
Mientras la pelota se paseaba lejos de las porterías y los futbolistas se empeñaban en motivar a los seguidores a cambiar de canal o de deporte preferido, Emilio, licenciado en historia, narraba fragmentos de la historia de la ciudad en la que se disputaba el partido, aportaba datos sobre la localidad natal del capitán del equipo visitante o impartía una breve cátedra sobre la gastronomía del país que en ese momento se jugaba su pase a cuartos de final de un torneo internacional.
Luego del derrame cerebral que casi le costó la vida, miles de personas rezaron por su pronto restablecimiento. A finales de ese mismo año, y luego de un difícil y doloroso proceso terapéutico, Emilio regresó a trabajar. Su arribo al estudio de Televisión Azteca durante una transmisión de “Los Protagonistas” fue un suceso conmovedor: José Ramón Fernández, llorando copiosamente, lo recibió, lo abrazó y lo besó, mientras el público se regocijaba con la posibilidad de volver a disfrutar de su talento. Sin embargo, perdió su lugar como lugar como narrador principal de la televisora del Ajusco.
Entre la enorme frivolidad y la estupidez de muchos profesionales de las transmisiones del futbol mexicano, el hueco que dejó Emilio, ahora convertido en analista de los partidos, se agranda cada vez más.
Su completo restablecimiento para que ocupe el lugar que por talento, dedicación y carisma le corresponde, no sólo le atañe a él y a su familia: es un asunto de educación y cultura nacional.

1 comentario:

  1. el tiempo, al tiempo. hoy 8 de octubre de 2011, escucho a Don Emilio Fernando Alonso, narrando un partido pachuca-jaguares al momento de escribir esto. de verdad que es el mas grande cronista de la ciudad del futbol. el partido sera lo de menos, lo importante es que me da tanto gusto verlo y escucharlo recuperado, fluido, como si no hubiera pasado nada.

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